Llevo muchos años haciendo en casa los roscones de Reyes para la comida del 6 de Enero.
Mi primer roscón fue el de webos fritos, sin duda muy bueno.
El segundo, un roscón que lleva calabaza en la masa, muy tierno y muy rico, pero en realidad mi opinión es que no es un verdadero roscón de reyes.
El tercero, el de Iban Yarza, de sabor realmente exquisito aunque tengo que decir que después del horneado siempre se me ha bajado algo.
El cuarto roscón, el de Prado Camacho, muy sencillo de hacer ya que no lleva prefermento y con un excelente resultado.
El quinto roscón es un roscón creativo de Daniel Jordà, gran maestro panadero. El roscón es maravilloso, pero yo prefiero las versiones de roscones más tradicionales.
Y ahora vengo con la sexta receta, que creo que para mi es la definitiva. Al final, analizando bien todos los ingredientes, las recetas de roscones son muy parecidas, y los matices son mínimos. En muchas ocasiones es más importante la elaboración, que los pequeños cambios en las cantidades de ingredientes que vemos comparando diferentes recetas.
Si véis las anteriores publicaciones, veréis que yo siempre (hasta ahora) dejaba el roscón ya formado en la nevera, toda la noche, y a primera hora de la mañana del día de Reyes lo sacaba de la nevera, lo dejaba atemperar durante una hora y ya después lo horneaba y rellenaba. Al hacerlo así, existía un riesgo, que era una posible sobrefermentación del roscón, y eso significa que al hornearlo se va a bajar todo....
En esta ocasión he dejado fermentar la masa toda la noche en la nevera, pero en el primer levado, es decir, con toda la masa en bloque. Cuando me levanto ya le doy forma, y hago el segundo levado durante la mañana, fuera de la nevera. Con esto lo que consigo es que yo controlo el segundo levado de la masa, y evito sorpresas como la sobrefermentación que os he comentado antes.
El amasado es un tema básico. Deberemos amasar la masa, respetando amasados con descansos (para no calentar la masa) hasta superar la prueba de la membrana. Esta prueba tiene por objeto evaluar el desarrollo del gluten en una masa. Consiste en tomar un pedacito de masa y estirarla con cuidado entre los dedos; la masa se afina y, si el gluten está bien desarrollado, el pedazo de masa forma algo similar a una membrana translúcida, como un parche de tambor. Si el gluten no está bien desarrollado aún la masa se rompe antes de poder formar la membrana, lo que indica que es necesario seguir amasando. (blog y foto del blog Los dulces de Ligia)
Y ya por último, después de la receta tenéis un apartado llamado "qué ha podido pasar", ya que, como sabéis, hacer un roscón no siempre acaba con final feliz, y debemos aprender de nuestros errores.
INGREDIENTES:
Masa
madre:
90 gr de harina panificable ( o 45 gr de harina normal
+ 45 gr de harina de fuerza)
50 gr de agua
0,2 gr de levadura fresca (una lenteja) o un tercio de
cucharadita de café de levadura seca de panadero.
Leche
infusionada:
100 gr de leche (80 receta original)
1/2 palo de canela
la piel de una naranja
la piel de medio limón
Azúcar aromatizada:
80 gr de azúcar (60 receta original)
ralladura de una naranja
Masa
final:
Toda la masa madre
El azúcar aromatizado
335 gr de harina de fuerza
100 gr de huevo ( aproximadamente 2 huevos L)
85 gr de mantequilla fría
80 gr de leche aromatizada (60 receta original)
30 gr de miel
30 gr de agua de azahar
15 gr de ron, agua o zumo de naranja
15 gr de levadura fresca o 5 gr de levadura seca de
panadero
5 gr de sal.
Para
el acabado final:
1 huevo batido
azúcar perlada
naranja confitada
guindas
Elaboración:
4
enero a las 22:00 horas
Preparar la masa madre: Mezclar todos los ingredientes en un bol pequeño,
tapar y dejar a temperatura ambiente al menos 12 horas (temperatura 20-25
grados)
Infusionar la leche: calentar la leche en un cazo con la piel de naranja y
limón y el palo de canela. Hacer que hierva, apagar el fuego y dejarla
infusionar toda la noche. Cuando esté fría, guardar en la nevera. Sacarla media
hora antes de usarla para el roscón.
Aromatizar el azúcar: Rallar la piel de naranja y mezclar con el azúcar.
Guardar en un tarro cerrado hasta el día siguiente. Sí tienes thermomix o un
procesador de alimentos, puedes pulverizar el azúcar junto con la piel de
naranja.
5
enero a las 18:00-19:00 horas
Poner en el bol de la amasadora provista del gancho
todos los ingredientes de la masa final excepto la mantequilla.
Mezclar con el gancho, al principio la masa será algo
pegajosa, mezclar hasta que esté fina, unos 5 minutos. Podéis amasar dos
minutos, reposar otro dos minutos y volver a amasar.
Cortar la mantequilla en dados, tiene que estar fría,
y añadirla poco a poco a la masa anterior, batiendo a la vez que la vamos
incorporando. Amasar unos 10 minutos, al principio la masa estará muy pegajosa.
Os aconsejo hacerlo en tandas, intercalando amasados y reposo para que la
amasadora no se caliente demasiado y la masa tampoco.
Tapar la masa y dejar levar 2 horas.
Pasado el tiempo de levado se puede meter la masa bien
tapada en la nevera, sí ves que no puedes seguir con la receta, o continuar con
el siguiente punto.
6
enero a las 8:00 horas
Bolear la masa desgasificándola; dejar reposar una
hora.
Formado del roscón: Atravesar el centro de la masa con
un par de dedos y tirar suavemente hasta hacer una rosca de unos 30 cm de
diámetro, colocar sobre una hoja de papel de hornear y pincelar con huevo
batido. Sí veis que la masa está muy tensa, dejar reposar 5 minutos y luego
volver a estirar.
Dejar fermentar tapada con film transparente durante
3-4 horas, dependerá de la temperatura ambiente. Mi cocina a 19 grados tardó
más 3 horas y media, debe doblar el volumen. Yo suelo poner un bol alto en el
centro y luego pongo el film transparente, de este modo se hace como una carpa
y así la masa queda protegida, no se reseca y no se pega al film.
Pasado el tiempo de levado, volver a pincelar con
huevo batido y decorar al gusto.
Introducir en el horno precalentado a 160º con calor
arriba y abajo, sin ventilador, y con un recipiente apto para el horno, con
agua que mantendremos durante toda la cocción. Pasados 5 minutos, subir la
temperatura del horno a 180 grados y hornear 15 minutos más.
Sacar del horno y dejar reposar sobre una rejilla. Sí
te sobra roscón lo puedes congelar. Conforme pasen los días se va resecando,
queda perfecto hasta 24 horas.
Te aconsejo que pasadas 24 horas lo calientes unos
segundos en el microndas o lo tuestes verás que delicia.
Y aquí tenéis un pequeño paso a paso:
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