Una manera de conservar las guindillas verdes muy típica del País Vasco. Las guindillas verdes en fresco se pueden comer salteadas, con un poquito de sal, y así encurtidas se pueden comer tal cual, con un chorrito de aceite y sal, hacer pinchos como las gildas (aceituna rellena de anchoa, anchoa, piparra y otra aceituna rellena), o poner en las legumbres. Esta manera de comerla, en las legumbres, os la recomiendo muchísimo si no la habéis probado.
INGREDIENTES:
Guindillas
verdes
Agua
Vinagre
de vino blanco.
Una
cucharadita de postre de sal
Botes
de cristal
ELABORACIÓN:
En
primer lugar, lavamos bien los botes de cristal y sus tapas. En este caso no es
necesario esterilizarlos.
Lavamos
también las guindillas verdes frescas y las dejamos escurrir.
Vamos
rellenando los botes de cristal. Colocaremos las guindillas bien juntas, con la
punta hacia abajo y el rabito hacia arriba, para poder de esta manera sacarlas
con más facilidad.
Una
vez el bote de cristal ya esté lleno de guindillas, añadimos la cucharadita de
postre de sal. A continuación, vinagre hasta la mitad del bote, y por último,
rellenamos con agua hasta arriba del bote de cristal. Es decir, pondremos siempre
la misma cantidad de agua que de vinagre.
Cerramos
bien los botes y los guardamos en un lugar fresco y oscuro durante tres meses.
Notaremos que el color de las piparras (guindillas) va cambiando de verde a
amarillo por efecto del vinagre.
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